La Cuaresma es un tiempo para reflexionar sobre nuestra relación con Dios, y para hacer un esfuerzo consciente por comprometernos en la oración, la generosidad y el arrepentimiento. La oración no se trata de ser perfectos, sino de estar presentes y honestos con Jesús. Dedica tiempo para la oración en esta Cuaresma, con el fin de crecer como personas y experimentar más plenamente el amor de Jesús.