Un taller corto sobre las prácticas básicas de la vida espiritual que nos ayudarán a permanecer en Cristo.
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Para dar fruto verdaderamente en nuestro ministerio, debemos tener una relación íntima con Dios. La única forma en que podemos hacer crecer esta relación es experimentándolo en la oración y los sacramentos. En estas actividades solidificaremos nuestro compromiso con Dios como discípulos misioneros.
Parte I: Nuestro compromiso con la oración:
La meditación es pasar tiempo íntimo con Dios en oración. Va más allá de las palabras y se enfoca en estar en Su presencia, escuchar Su palabra personal para nosotros y estar convencido de Su voluntad para con nosotros. Para meditar de manera cristiana, lean lo siguiente en grupo:
Repasemos los pasos de la Lectio Divina del video:
- Lee el pasaje
- Piensa en el pasaje (meditación)
- Habla con Dios sobre el pasaje y escucha Su respuesta (oración)
- Pasa tiempo en la presencia de Dios (contemplación)
Los mismos pasos están presentes al rezar una decena del Rosario:
- Lee el misterio (usa las escrituras si es posible)
- Piensa en el misterio mientras reza las oraciones (meditación)
- Habla con Dios sobre el misterio y escucha Su respuesta (oración)
- Pasa tiempo en la presencia de Dios a través del misterio (contemplación).
Elije una historia de los Evangelios o un misterio del rosario y sigue los pasos explicados anteriormente. (Ver adjunto para ejemplos del Evangelio y misterios del rosario)
Si deseas crecer en tu amor por Dios, es importante que te comprometas diariamente a la meditación cristiana en oración. ¿Cuál será tu compromiso? Asegúrate de establecer un objetivo realista que puedas lograr y luego construir en el futuro. Para empezar, podría ser solo un pasaje o un misterio al día. La importancia no es la cantidad de contenido cubierto, sino el tiempo que se pasa en la presencia de Dios.
Responde las siguientes preguntas para formalizar tu compromiso con la meditación en oración:
- ¿Cuánto tiempo puedes dedicar cada día a la meditación de la vida y la palabra de Cristo?
- ¿A qué hora del día pasarás este tiempo con Dios?
- ¿Dónde harás tu oración diaria? (Elije un lugar libre de distracciones que sea propicio para la oración)
Parte II: Nuestro compromiso con la misericordia de Dios
¡Que no te engañen! El pecado es el mayor obstáculo para la unión con Dios y la fecundidad en el ministerio. Todos somos pecadores, todos estamos destituidos de la gloria de Dios y necesitamos Su perdón. Para compartir la misericordia de Dios con los demás debemos experimentar la misericordia de Dios en el sacramento que nos dio. Responde las siguientes preguntas que te ayudarán a crear un plan para aprovechar la misericordia que Dios nos brinda en la confesión:
- ¿Cuáles son los obstáculos que experimento para hacer una confesión regular?
- ¿Cuándo está disponible la confesión en mi iglesia y en las iglesias que me rodean? (Consulta los sitios web de las parroquias)
- ¿Cuándo volveré a confesarme? (poner fecha, hora y lugar)
- ¿Con qué frecuencia me comprometeré a confesarme? (¿una vez cada Adviento y Pascua, cada mes, más a menudo?)
Recuerda que la confesión quita el pecado, pero en la Santa Cena también recibimos la gracia para ayudarnos a no volver a caer en esos mismos pecados.
Parte III: Nuestro compromiso con la presencia de Jesús en el Santísimo Sacramento
Jesús está siempre presente, verdadera y singularmente, en nuestras iglesias católicas en los tabernáculos, esperando a que le visitemos para bendecirnos allí con Su presencia especial. Pasar tiempo en Su presencia nos ayudará a crecer en amor por él y nos ayudará a conocer Su voluntad para nuestras vidas. Algunos ejemplos de cómo podemos pasar más tiempo en Su presencia en nuestras iglesias son:
- Visitar una iglesia católica cercana a mi lugar de trabajo o algún lugar que visite una vez a la semana.
- Llegar temprano a la misa del domingo para pasar tiempo en oración y prepararme para la misa.
- Asistir a una Hora Santa realizada en una iglesia local.
- Visitar una capilla de adoración perpetua.
¿Cuál sería el tiempo que pudieras incrementar ante el Santísimo Sacramento?
Parte IV: Nuestro compromiso de estudiar
Una vez que comencemos a guiar verdaderamente a otros hacia Dios, ellos tendrán muchas preguntas para nosotros. Si bien es posible que nunca tengamos todas las respuestas, hay formas en que podemos prepararnos para responder a preguntas básicas sobre lo que creemos y comenzar a conocer mejor a Dios. Estarías dispuesto a:
- ¿Realizar la certificación de catequista básica que se ofrece a través de la diócesis de Raleigh?
- ¿Empezar a leer el Catecismo de la Iglesia Católica o el Compendio más pequeño del Catecismo?
- ¿Buscar respuestas a nuestras propias preguntas en línea (página web de Respuestas Católicas, por ejemplo)?
¿Qué pequeño aumento en el estudio puedes hacer para conocer mejor a Dios y su verdad sobre Él?
DIARIO
Meditar por lo menos 15 minutos (preferiblemente Lectio Divina)
Orar con o por su familia
SEMANAL
Asistir a la Santa Misa el día del Señor
Visitar a Jesús en el Santísimo Sacramento para orar
Pasar tiempo estudiando la fe o leyendo un libro espiritual
MENSUAL
Hacer una buena confesión sacramental
ORACIÓN DE COMPROMISO
SEÑOR JESÚS, Tú eres la vid y yo soy tu sarmiento.
No puedo producir frutos en mí mismo ni en los
demás si no permanezco en ti.
Me comprometo a estas prácticas para permanecer
en ti, confiar en ti y dejar que Tú obres en mí
según tu voluntad.
Por tu gracia y el acompañamiento de tu Santísima
Madre, pido la gracia de la perseverancia.
Que en todas las cosas seas glorificado y que los
pecadores vuelvan a ti para recibir tu misericordia.
Amén.