Sesión II: Proclamando a Jesucristo

Un taller corto sobre cómo formular nuestro testimonio personal y cómo presentar la Buena Nueva de Cristo Jesús.

Descargar para ver sin estar en Internet (Vimeo)

Nuestro primer Papa, el Apóstol San Pedro, escribió en su primera carta: “estén siempre dispuestos para dar una respuesta a quien les pida cuenta de su esperanza". ¿Por qué eres católico? o ¿Por qué vas a la iglesia? ¿Por qué crees en Jesús? ¿Cuál sería tu respuesta? En estas próximas actividades, veremos cómo elaborar nuestros propios testimonios para compartirlos con aquellos que nos hacen estas preguntas y también realizaremos una presentación de por qué todos necesitan creer en Jesús y ser miembros de su Santa Iglesia.

Nota: las Partes I y II se realizan individualmente en el lugar que el participante escoja (afuera o adentro del salón). La Parte III se desarrolla en los grupos establecidos.

Parte I: Formando nuestro propio testimonio personal breve (Individualmente) 

Cuando alguien te pregunta por qué sigues personalmente a Jesús o vives tu fe, necesitas compartir un testimonio personal. En esta actividad elaborarás un testimonio personal de 1 minuto al que podrás acudir cada vez que alguien te pregunte sobre tu fe personal. Responde las siguientes preguntas:

  • ¿Cuándo se volvió importante para mí mi fe?
  • ¿Cómo cambió tu vida cuando comenzaste a vivirla en Cristo?
  • ¿Qué importancia tiene ahora para ti tu relación con Dios?

Ahora, juntando esas 3 respuestas, escribe a continuación tu experiencia. Si estás haciendo el curso individualmente, compártelo con una persona de tu confianza. 

Parte II: Dando una razón del por qué todos están llamados a la fe en Jesucristo (el Kerigma) (Individualmente) 

Una respuesta común a tu testimonio será: "bueno, eso es bueno para ti, y si eso es lo que te hace feliz, yo estoy feliz por ti" o algo por el estilo. La verdad es que Dios quiere que todos entren en una relación con Él por medio de Jesús, quien es el único camino a la salvación y la comunión con el Padre. Dios quiere que todos sean parte de Su familia, el Cuerpo de Cristo, Iglesia que es Una, Santa, Católica y Apostólica.

Primero, recordemos del video los pasos de la proclamación de nuestra fe:

  1. Reconocer que fuimos creados para estar en comunión con Dios
  2. Reconocer que hemos perdido la comunión con Dios por el pecado
  3. Reconocer que el plan de Dios para reparar esa situación es Jesús
  4. Reconocer que ahora nos toca decir “si” a ese plan de Dios.
  5. Reconocer que el plan de Dios se realiza en su Santa Iglesia.

Ahora, responde las siguientes preguntas de la manera más sencilla posible:

  • En tus propias palabras, ¿qué significa que Dios es amor?
  • Explica brevemente cómo el pecado nos separa del amor de Dios.
  • En tus propias palabras, describe cómo la vida y la muerte de Jesús fueron su plan para nosotros.
  • En tus propias palabras, describe cómo es el plan de Jesús para todos.
  • ¿Cómo explicarías a alguien que podemos recibir esta relación con Dios por medio de la Iglesia?

Parte III: Compartiendo mi testimonio personal breve y el Kerigma (En tu grupo) 

Ahora, cuenta tu testimonio personal al grupo en un minuto. Luego, reúne las últimas 5 respuestas y comparte también tu primera proclamación de nuestra fe en Jesús.

Cada uno de nosotros debería encontrar formas de comunicar a Jesús dondequiera que estemos. “Todos estamos llamados a ofrecer a los demás un testimonio explícito del amor salvífico del Señor, que, a pesar de nuestras imperfecciones, nos ofrece su cercanía, su palabra y su fuerza, y da sentido a nuestra vida". (Alegría del Evangelio, Papa Francisco)